San Lorenzo le gano a River por penales
Vs 
Los penales, al fin, trajeron la cuota de emoción al Jose Maria Minella , que San Lorenzo y River habían administrado con cuentagotas en los noventa minutos. Y un aplauso para el lujo de Acevedo, que definió el pleito. Porque el empate 1 a 1 había aportado poco y nada como espectáculo. Y, más allá de que el partido definía el pase a la final de la Copa de Invierno, el balance les dejó más de un problema para resolver a los dos entrenadores.
Miguel Angel Russo tendrá una nueva oportunidad el miércoles, cuando defina aquí con el ganador del encuentro que hoy jugarán Independiente y Gimnasia y Esgrima de La Plata en la capital bonaerense.
Ya fuera de este cuadrangular, el dilema mayor es para Diego Simeone, porque del equipo que lo llevó a quedarse con el Clausura 2008 trajo anoche al Estadio Minella el mismo esquema 4-2-3-1 que lo desvela. Con la mayoría de los nombres de siempre, pero con apenas migajas de aquel estilo de juego. Aun cuando tuvo a Ariel Ortega, el autor del gol, pero con muy poca incidencia a lo largo del partido.
Enfrente, River se encontró con un rival que, con apenas algo más de orden, marcó presencia y dominio. Sin dudas, una consecuencia de esa superpoblación de volantes que Russo eligió para tomar el control del medio campo. Y le dio resultado.
Hirsig se afianzó en el sector, y Adrián González y Rivero, ambos con proyección permanente, fueron dos colaboradores que sumaron para que River no pudiera tomar posesión de la pelota.
Fue también San Lorenzo el que más llegó al arco rival, y no siempre por virtudes propias. Es que River volvió a mostrar costados flacos en su defensa y una duda enorme bajo los tres palos, ya que Ojeda demostró que aún está lejos de dar las garantías que ofrecía Carrizo. Estuvo estático ante el juego aéreo y dubitativo a la hora de jugar con los pies. Y ni siquiera tuvo un consuelo a la hora de los penales.
Lo más destacado del partido y del equipo de Simeone apareció en el segundo período. Abelairas tuvo la oportunidad de abrir el marcador de cabeza, desde el borde del área chica, luego de un centro de Rosales. La pelota se fue rozando el poste derecho de Champagne. Y en una jugada similar, a la salida de un tiro libre ejecutado por Aureliano Torres, Romeo marcó: ganó ante la pasividad de los defensores (Ponzio debía marcarlo) y cabeceó al gol ante la mirada de Ojeda.
River acusó el golpe y logró otro ritmo en el juego. Ponzio, por primera vez en el partido, incidió en la mitad de cancha. Quitó, administró juego y hasta probó de media distancia, con un disparo que Champagne logró despejar con esfuerzo en la mejor atajada de la noche.
Pero no había claridad en el campeón porque Ortega no era decisivo; Abelairas iba por la izquierda, pero no resolvía, y Ríos jugaba de punta, lejos y en soledad. Sólo recibió algo más de juego con el ingreso de Rosales, que por derecha logró dos de los desbordes que el juvenil Bou dejó en meros intentos; el volante no aprovechó la oportunidad y encima salió con un golpe en una pierna.
Ese empuje de River, aún sin lucimientos, tuvo su premio a cinco minutos del final, cuando Ortega recibió la pelota en el área chica luego de un mal despeje de Méndez y definió.
Los penales sellaron la noche. Cuando estaban empatados en cinco, Champagne contuvo el disparo de Ríos. Y Acevedo sorprendió con su definición: la "picó" suave y al medio. Un lujo para el aplauso. Y para seguir en Mar del Plata en la espera de la final del miércoles.



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