Juan Curuchet y Walter Pérez

SALUD!!!!!! CAMPEONES

Por: Cortitas y al pie

A la hora de las palabras Juan Curuchet y Walter Pérez encontraron un lugar perfecto. El velódromo Julio Polet se vistió de fiesta, y la gente que colmo las gradas aporto su calidez, su felicidad, su entusiasmo. Ellos se acercaron y vibraron juntos a ellos, cantaron, saltaron, rieron, lloraron, se emocionaron, y se unieron en manos, cuerpo y alma.

Las palabras llegaron solas. Walter un hombre que no teme ocultar sus sentimientos, comenzó a agradecer a aquellos que su corazón no podía olvidar. El recuerdo de su madre llegó primero, cómo olvidar a la vieja!!. Aquella que hizo tanto sin pedir nada a cambio. Solo lo quería ver ganador, triunfador en un podio olímpico, y desde el cielo Walter sintió que estaba con él. A su padre le agradeció el empeño puesto a la hora de lo malos y buenos momentos. Remarco que supo disfrutar de la calidez de los Curuchet, y recordó a toda la familia. Y no se olvidó de su esposa ni de su hijo, que tanto sacrificio hacen para apoyar los sueños de Walter.

Cuando Juan comenzó a contar lo que sentía sus palabras se fueron rescrebrajando. El recuerdo vivo de sus abuelos como forjadores de buena gente, en la continuación de sus padres Chuni y don Ovidio. El agradecimiento eterno a ellos por lo que es hoy él.
Y como rezaba un cartel en la tribuna, Juan es un ejemplo, y él quería dejar un mensaje para todos. El deporte como forma de vida, siendo un deportista cabal, honesto, honrado, y sin trampas. Porque trabajo veinticuatro años por un sueño, y lo logro. Y en el final del camino lo quiso compartir con toda su ciudad. Con la gente que lo vio crecer y fueron su incentivo en la vida.
Y así fue como todos los marplatenses presentes en el habitad natural de Juan y Walter sintieron la calidez y el agradecimiento de dos deportistas, de dos hombres sinceros que se entregaron a la gente en cuerpo y alma. Gracias, simplemente gracias.